BARRA DE NAVEGACION

lunes, 21 de junio de 2010

LA RADIO Y LA POLITICA

LA RADIO Y LA POLITICA

Los políticos percibieron que el fenómeno de la radiodifusión no debía quedar limitado al entretenimiento, y rápidamente lo adoptaron en beneficio propio. En los Estados Unidos, el candidato republicano Herbert Hoover venció con holgura al demócrata Al Smith en las elecciones de 1928 gracias a la utilización de la radio y de los noticiarios cinematográficos para difundir su propuesta de gobierno.

Su sucesor, Franklin D. Roosevelt, trató de levantar el ánimo de la población, abatida por la crisis financiera y el desempleo, con sus Charlas junto a la chimenea, que se emitían diariamente por radio a todo el país. A pocos días de los comicios presidenciales de 1936, Roosevelt, que buscaba su reelección, y su oponente, el republicano Alf Landon, usaron la radio para dirigirse a la ciudadanía. En esa época, casi el 50 por ciento de los hogares estadounidenses contaba con un aparato de radio.
Del otro lado del Atlántico, los regímenes nazi de Adolf Hitler y fascista de Benito
Mussolini utilizaba habitualmente la radio para difundir sus extensos mensajes a los rincones más alejados de sus dominios.
Por su parte, en España, durante la Guerra Civil (1936-1939), el gobierno republicano y los sediciosos nacionalistas se peleaban por el dominio de las emisoras, porque sabían que una proclama transmitida a través de la radio era más eficaz y llegaba con mayor velocidad que mediante la prensa escrita.

En 1938, un actor de teatro en ascenso, Orson Welles, atemorizó a los Estados Unidos con la emisión radial por la cadena CBS de la adaptación del libro del novelista inglés Herbert George Wells La guerra de los mundos, en el que se describe pormenorizadamente una invasión extraterrestre. Su impacto fue tal que gran parte de la audiencia creyó que efectivamente los marcianos estaban invadiendo la Tierra.

La gente comenzó a llamar a la emisora; el pánico cundió en las calles. La CBS tuvo que emitir varios comunicados alertando que el programa que había salido al aire era una ficción y que nada de lo que allí se relataba ocurría en la realidad. Pero nadie creyó de inmediato en la "desmentida". Sólo después de muchas horas, cuando las agencias de noticias retransmitieron la aclaración de la CBS, la calma retornó a la sensibilizada sociedad. Hasta se dijo que el miedo a la invasión marciana había provocado varios suicidios.

Fuente: Libro la Comunicación de German Ferrari